martes, 19 de octubre de 2010

Soy la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús


Vengo de Salta Argentina

con la energía del cielo

traigo el Manto de María

para cubrir mi tristeza y tornarla en alegría.

Vengo con mis ángeles custodios

que en guardia quedarán

resguardando bien mi puerta

para no temer ningún mal.

Vengo con el alma bien dispuesta

a servir y a honrar

a nuestro Padre del Cielo y a su corte celestial.

Vengo con los pies descalzos

la cara arrebolada y la mirada con paz.

Vengo con las semillas en las manos

y Tu Palabra en los labios

presta a sembrar y a alabar.

Vengo de ver a María

nuestra Madre sin igual

que nos ama sin medida y que nos quiere salvar.