¡Cómo te quiero Líbano!

Líbano…
Patria de mi amado abuelo Juan Maluf.
Aunque nunca tu suelo haya pisado
lo he recorrido a través de las historias
que mi padre escuchó de sus ancestros.
¡Cómo te quiero Líbano!,y conozco
de tus cedros legendarios, tus montañas, valles y viñedos…
Sé de un pueblito llamado Sahle,
porque allí nació mi abuelo
y aún está su casa y el patio que correr lo viera
bajo las parras, y al cual nunca jamás regresaría
porque el destino lo vio partir
dejando su corazón enterrado en esa tierra,
entre las uvas negras, presagio de un eterno adiós.
¡Cómo te añoro Líbano! raíz de mis raíces…
y sé que me esperas con los brazos abiertos
como esperan los padres a sus hijos amados.
No te conozco, pero es como si lo hiciera
porque tanto he oído de ti desde pequeña,
que te siento mi patria y amo tu suelo que jamás he pisado pero que vibra bajo mis pies
a través de los pies y la memoria de mi abuelo
y de toda esa añorada familia que en ti
amado Líbano sigue viviendo…

A mi ángel

Ángel de la guarda. Compañía mía.
Guardián de mis pasos, penas y alegrías.
No te veo pero sé que estás y me guías.
Ángel amigo que Dios ha nombrado
para ser mi faro, mi luz y mi estrella.
Perdóname si tanto tiempo te he ignorado
y muchas veces no he sido digna de ti.
Ángel custodio de esta vida mía.
Te agradezco tanta protección y amor.
Y te pido con mucho fervor guarda mi camino
Y condúceme a Dios.

Mi mundo

Mi refugio adonde huyo
al culminar la jornada.
Mi hogar donde sucumbo
y relajo mis pasos
y mis brazos cansados.
Mi guarida amiga
de cosas conocidas
y seres que te abrigan.
Mi hogar, mi mundo, mi casa.

Presentación de la segunda edición ilustrada de "Desde el Alma"

Noche mágica de música de piano y poesía

Bellas las dos

Estaban los dos amantes en la habitación a oscuras,
cuando de repente por la ventana del cuarto
se presentó la luna,
y le envidió con ganas a ella su hermosura.
Blanca se recortaba sobre el lecho
su figura; y no se sabía quien de las dos
era más bella…
Ella, o la luna.

Cuando ya no esté

Cuando ya no viva
viviré en mi poesía
y ella te hará recordarme.
Cuando con tus ojos
recorras las líneas de los versos
que dejé para ti,
sentirás que estoy a tu lado
como ayer, como hoy,
como siempre, como antes.
Cuando ya no esté
con mi cuerpo a tu lado presente,
sentirás que vine otra vez
a acompañarte
al leer los poemas que escribí para ti.
Cuando ya no viva
en la forma que tenía
en este mundo,
es porque me he convertido
en poesía para estar
junto a ti. Como ayer,
como hoy, como siempre, como antes.

Mi Árbol amigo

Árbol, sombrilla del sol,
bajo tu sombra escribo, pienso,
vuelo y tú me envuelves con tus brazos
enmarañados
y me invitas a meditar.
Mi árbol amigo, bajo tu
sombra me gusta sentarme,
porque tu muda compañía
me acompaña
y entre tus hojas mil dibujos
descubro cada día.
Árbol, que torcido te elevas
con tus frutas como racimos de uvas.
Cuando amanece, el sol
se filtra entre tus ramas
proyectando la tibieza
de tu alma
y la paz que transmites, me enseña
y contigo aprendo que no es
necesario moverse para ser libre.

Mi alma y la tuya

Si descubres en la profundidad de mi alma
un atisbo de la tuya…
No sientas vergüenza.
Es que los sentimientos
se repiten en ti y en mí.
Soy tu espejo y tú eres mi reflejo.
Mi alma y la tuya…
Dos gotas de agua.

La Familia

¿A dónde van los hijos cuando mueren?

Dime Dios, a dónde van aquellos
inocentes que sin querer aun se
marchan de esta tierra,
aquellos seres que por accidente o
por una vuelta fatal de la vida dejan
el cuerpo que les diste?
¿A dónde los escondes, es que no
oyes el dolor de los que quedan
sin ellos?
¿Vienen acaso sólo
por un tiempo para expiar
pecados ajenos?
¿Son conejillos de indias que usas para enseñarnos
cosas que quieres que aprendamos?
¿A dónde van los niños y los
jóvenes que mueren a destiempo?
¿Están contigo o con los ángeles?
Enjugando desde el cielo
el llanto de sus padres que no entienden
el por qué de esta imprevista partida.
¿A dónde están Señor? ¿A dónde han ido?
Contéstame, necesito oír tu explicación.
Y si dices que si es por el bien
de los demás, de tantas otras
almas que precisas salvar.
Si dices… y es así,
lo entenderé y dejaré que los
tengas a tu cuidado.


Y estaré con el alma en paz
y enjugaré mi llanto pues
estos jóvenes te han servido
de cordero pascual, de ofrenda sagrada
para el bien de los demás.

Si pudiera

Si pudiera estrujaría tus sueños
guardados en la almohada,
los sacaría a volar uno por uno,
y entre mis dedos blandos
los guardaría para enseñarte
la magia de la vida.
Y todos los ángeles vendrían a
ver como despliego tus sueños
con mis manos, como mazos de
cartas sobre la mesa para poder
descubrirte que tienen que decirte
las hadas y los duendes que te cuidan.
Si pudiera, te pasaría tomándote
las manos todo lo que he aprendido
en esta vida y dándote mil vueltas
alrededor mío te haría un
hombre nuevo, un hombre que sueña
sin miedos derribando las barreras
construidas hace tiempo en tu mente.
Si pudiera te dictaría en susurros
acompasados todos los secretos de
los ángeles del cielo, todas las claves
para que consigas escalar el universo
tomándome las manos.
Si tan sólo pudiera, te enseñaría
de la noche a la mañana, los mantras
poderosos de las palabras, como rezos,
como llaves, que abren puertas del
alma dejándote salir de ese
encierro que te mata.
Si pudiera… Te haría un hombre nuevo
de la noche a la mañana.

Todo se me mezcla

Confieso que las cosas se me mezclan.
Se me mezcla la esperanza y la desdicha.
Se me mezcla la tristeza y la alegría.
Se me mezcla la impotencia y la osadía.
Se me mezcla la esperanza de tenerte
y la desdicha de no verte.
Se me mezcla la tristeza de tu ausencia
y la alegría de que existas.
Se me mezcla la impotencia de estar lejos
y la osadía de quererte.
Confieso que todo se me mezcla porque vives.

Aire ella.Tierra tú

Salimos a caminar
por la costanera.
Tus dedos entre los míos
como capullos tibios.
La luna como siempre, nos
saludaba invitándonos a caminar
por el río.
Tú hablabas en voz alta
de planes en esta tierra,
y yo iba tejiendo
castillos en el cielo
sintiendo aleteos de
palomas en el pecho.
Salimos a caminar,
cada uno tan distinto:
yo, romántica y volando,
y tú, siempre amarrando tus pies
a esta tierra.
Tú eres tierra
y yo soy de viento.
Tú piensas en números
y yo escribo poesía.
Tú, indiferente a la música
y yo le pongo notas a mis rimas.
Tú y yo. Tan desiguales
y con distintos sueños pero
aún así
juntos en la vida.

Quiero estar

Quiero estar en cada espacio de tu cuerpo,
en el jardín, en tu mirar.
Quiero estar en tus caricias y tus roces.
En el azul del mar.

Quiero estar junto a ti cuando me vaya en un cantar.
Quiero estar en el fuego de tu hoguera
y en el murmullo del viento al despertar.

Quiero estar en el cielo de estrellas
y en el vacío inmenso de la noche
cuando busques paz.

Quiero estar cuando te sientas solo
y busques compañía, cuando quieras soñar.
Quiero estar, quiero quedarme en ti por siempre,
eternamente en tu mirar.

Quedarme en tus manos de luna
y en tu corazón florido,
en tu pecho, en tu latido.
Quiero estar.

¡Cómo me dueles Malvinas!

Malvinas Argentinas, puñado de tierra querida.
¿Dónde están los niños que forzamos a ser hombres
a fuerza de bala y metralla?
Los veo corriendo ateridos y llorando en las trincheras
muertos de frío, rabia y tristeza.
¡Cómo me duelen esos tus hombres pequeños Malvinas!
Confundidos e ignorantes de su destino, y hoy, olvidados e ignorados
por los que se dicen grandes.
¡Grandes son ellos!, los que hoy viven, y aquellos otros
los que regaron tu suelo herido, con sangre, sudor y lágrimas.
¡Cómo me duelen esas sombras que hoy caminan
reclamando un recuerdo, un lugar , un nombre!
Héroe argentino, aplaudimos tu arrojo y tu valor
por tener que soportar tanta ironía, tanta injusticia.
¡Has peleado dos guerras soldado!
La interna, por la codicia y el desamor
de los que debías obedecer.
Y la extranjera, por los que usurpan nuestro suelo
y aquí nada tienen que hacer.
Malvinas Argentinas: Nuestra por siempre serás,
aunque vea otra bandera en tu mástil flamear.
Más nuestra eres hoy que nunca, porque en tu campo resurgen
como estandartes al viento, las blancas cruces de esos ángeles nuestros
y porque entre tu gente caminan los Héroes que combatieron
dos guerras en vez de una: La Guerra de la Ironía y la Guerra de la Avaricia.